
SALUD MENTAL EN EL TRABAJO
- Maspro Michoacán A. C.
- 28 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 31 jul
¿Qué está pasando y cómo fomentarla?
Hoy más que nunca queda claro que el empleo debería ser una fuente de apoyo, no una causa de deterioro.
La OMS (Organización mundial de la salud) y la OIT (organización internacional del trabajo) han emitido una advertencia: anualmente se pierden alrededor de 12 mil millones de días de trabajo a causa de la ansiedad y la depresión, lo que representa un costo global cercano al billón de dólares por la disminución del rendimiento.
¿Qué ocurre dentro de oficinas y lugares de trabajo?
Sobrecarga de tareas, ritmos inhumanos y poca autonomía… todo esto desencadena un estrés constante.
Ambientes laborales negativos intensifican el daño psicológico.
Aunque vivimos en una era de conexión permanente, hablar de salud mental sigue siendo un tema silenciado.
¿Qué recomienda la OMS?
“Una mala salud mental impacta negativamente el bienestar general y el desempeño… en lo emocional, social y en las relaciones”.
“OMS 2022”
Con base en sus recientes lineamientos, la OMS sugiere:
Capacitar a jefes y responsables para identificar y actuar ante signos de malestar emocional.
Educar a toda la plantilla sobre salud mental para eliminar prejuicios y fortalecer el acompañamiento entre colegas.
Transformar el entorno laboral: adoptar horarios flexibles, establecer normas contra el acoso y crear espacios de contención emocional.
Integrar la salud mental dentro de las políticas laborales oficiales.
¿Por qué es una buena inversión?
Las organizaciones que priorizan el bienestar mental logran reducir ausencias y aumentar su eficiencia.
Cada dólar que se invierte en tratar ansiedad y depresión genera un retorno cuatro veces mayor.
Investigaciones demuestran que reducir la jornada laboral mejora la salud física y emocional sin perjudicar la producción.
¿Qué acciones se pueden tomar de inmediato?
Crear espacios seguros para expresar emociones.
Fomentar habilidades personales: comunicación, manejo emocional, solución de conflictos.
Diseñar programas de apoyo para quienes atraviesan momentos difíciles.
Involucrar y capacitar a los líderes de manera activa.
Conclusiones
La salud mental en el trabajo ya no es un lujo ni un tema secundario, es una necesidad urgente, no se trata solo de evitar que la gente se sienta mal, sino de construir espacios donde podamos rendir sin rompernos, donde haya empatía y apoyo real, no solo discursos bonitos.
Si seguimos ignorando el impacto que tienen el estrés, la sobrecarga y la falta de apoyo emocional, no solo vamos a perder productividad, también vamos a seguir perdiendo a las personas.
Ya hay recomendaciones claras: formar a los líderes, cambiar el ambiente laboral, normalizar hablar de lo que sentimos y apoyar a quienes están pasando por momentos difíciles.
La salud mental no debería ser un tema tabú, y si se trabaja de forma seria, todos ganan: empleados más sanos, empresas más eficientes y un entorno mucho más humano.







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